Érase una vez un escritor, periodista e intelectual de Estambul. Se llamaba Cevat Şakir y fue exiliado a Bodrum durante los primeros años de la República Turca cuando un artículo que escribió para una revista enfureció a las autoridades. Sí, ¡exiliado! A Bodrum. En aquella época, el viaje de Izmir a Bodrum, que ahora dura unas tres horas, aún duraba más de un día, y el castillo de Bodrum aún se utilizaba como calabozo.
Pero Cevat Şakir no tuvo que cumplir su condena en una oscura mazmorra. Se le permitió vivir en una pequeña casa de Bodrum, donde conoció a los pescadores y buceadores de esponjas de la zona, gente sencilla que se ganaba la vida en el mar y estaba muy alejada de los acontecimientos políticos del momento. Cevat Şakir pronto empezó a amar el lugar, su inmenso cielo y sus deslumbrantes casas encaladas. En su prosa, describe su visión de partes de estos edificios desprendiéndose, cayendo por las laderas como rocas y convirtiéndose en barcos al caer al mar…
El Viaje Azul
Su libro “El Exilio Azul” es una declaración de amor a su tierra de exilio. Cuando las autoridades de Estambul se dieron cuenta de que estaba disfrutando de su condena, lo trajeron de vuelta un año después. Cevat Şakir regresó a Bodrum en cuanto terminó su castigo. Se hacía llamar el “Pescador de Halicarnaso” y escribió un libro en el que no se cansaba de cantar las alabanzas de Bodrum y sus gentes, mitos y leyendas.
Sus amigos de Estambul, todos intelectuales como él, acudían a la costa para contemplar la belleza descrita con vivos colores por el “Pescador” y su entusiasmo por Bodrum se contagió, cautivándoles también a ellos. En 1957, se embarcó con algunos de sus mejores amigos en un viaje por el golfo de Gokova. El barco no tenía motor ni camarotes, ¡pero eso no era importante! Había un lugar para dormir en cubierta; había rakı*, y un cielo lleno de estrellas en lo alto. Pero los amigos no estaban sólo en un viaje de placer: su misión era buscar en cada bahía individual nuevos tipos de plantas, ruinas y vestigios de una historia que se remontaba a muchos miles de años. A este viaje lo llamaron “EL VIAJE AZUL“.
Todos estaban tan encantados con la experiencia que decidieron repetirla cada año, y traer a sus amigos, y a sus amigos, y así sucesivamente… No pasó mucho tiempo antes de que aquellos primeros barcos de pesca fueran rediseñados para ofrecer un poco más de comodidad. En comparación con las confortables goletas de hoy en día, eran como una simple habitación de B&B comparada con la suite nupcial de un hotel de cinco estrellas. Pero fueron un comienzo, y se creó una marca: El Crucero Azul. Es más, el entusiasmo por este tipo de viaje sigue vivo incluso más de cincuenta años después de su creación.
*Rakı: Es una bebida alcohólica fuerte de tipo tradicional turca. Generalmente se consume con platos de pescado.